Scalextric ha presentado bajo la
referencia 6454 de su catálogo una nueva versión de uno de sus modelos emblemáticos, el
Lancia Delta Integrale 16 v. La versión reproducida es la Integrale de la
Jolly Club patrocinado por
Fina (
hoy Total) con la que los también franceses
Auriol y Occelli, al volante y notas respectivamente, se alzaron con la
victoria en el
33º Rally de Sanremo, undécima prueba del
Campeonato del Mundo de 1991.
Reproducido con la
calidad y fidelidad habitual de la marca española -
licencias incluidas de utilizar un molde para reproducir el modelo que se pretende-, esta fantástica y competitiva
Lancia Delta Integrale de
Scalextric nos devuelve al espectacular y emocionante
Campeonato del ’91, al siempre espectacular
Rally (
mixto: asfalto/tierra) de
Sanremo. Tal y como se indica en el anuario correspondiente de Pirelli, con las espadas en todo lo alto por el cetro de Campeón del Mundo de Pilotos, y con la victoria de marcas casi asegurada para
Lancia, pese a que en
Toyota seguían teniendo esperanzas, comenzaba un Rally en el que todas las miradas se dirigían al español
Carlos Sainz y al finlandés de las tres “K”,
Juha Kankkunen (
con un resultado más que el español), una pugna -
y resultado- por la que a los españoles este rally nos será más recordado.
Carlos necesitaba mantener la distancia en la tabla provisional del Campeonato, para ello debía mantener a raya al finlandés. Cuando tras la segunda etapa del Rally
Kankkunen es obligado a
retirarse las
posibilidades de
Carlos de ser Campeón del Mundo comenzaban a parecer más reales que nunca a solo tres pruebas del final del campeonato, máxime cuando terminaba a sólo 22 segundos del líder de la prueba, nuestro protagonista, el francés
Didier Auriol.
La
superioridad de Auriol quedaba patente
tramo a tramo (
Rally a rally como dirían Pipo López y Bueno, de quienes sigo aprendiendo tanto año a año) –
salvo cuando pinchó dejando el liderato temporal por dos tramos a Biasion–, y
más desde la retirada de Juha pues
Carlos –
convaleciente todavía del espectacular accidente que todos tenemos grabado en la retina sufrido en Australia-
levantaba el pie al no necesitar imperiosamente la victoria (
Cuando Ove se daba cuenta que la lucha por el título de marcas era ya un imposible), sirviéndole quedar entre los
cinco primeros (
peor puesto de 3K hasta el momento)
y ganar una de las tres pruebas que restaban (
Costa de Marfil, Cataluña y RAC). Según los cálculos de ambos equipos
Juha ganaría en el Costa y
Carlos sentenciaría con una victoria en el asfalto de
Cataluña.
Auriol seguía sumando tramos y aumentando la ventaja, todo ello pese al apoyo y empuje de afición –
y organización- de
Miki Biasion, único piloto que trataba de llegar –
con posibilidades- a la cabeza.
Tras la tercera etapa
Carlos y Luis comenzaron a temerse lo peor, con todo casi resuelto y controlado
“el gafe” hacía nuevamente acto de aparición en forma de
problemas mecánicos. Unos problemas (
caja de cambios, dirección asistida, sustitución del diferencial delantero…) que no sólo le hicieron perder tiempo en carrera, sino que también le hicieron penalizar –
al borde de la descalificación– por retraso en la llegada al control tras la asistencia.
Al finalizar la tercera etapa
Auriol continuaba como líder indiscutible con una clara ventaja de dos minutos y medio sobre
Biasion –
segundo-, cuatro y medio sobre
Schwarz –
tercero- con un
Sainz absolutamente
descolgado a casi 15 minutos.
A
Sainz sólo le quedaba apretar los dientes para intentar a toda costa tratar de llegar a los puntos para sumar algo de ventaja sobre el finlandés. Las cuentas del español pasaban por adelantar a unos
Fiorio, Liatti y Aghini, estos dos últimos más que motivados al volante de sus
Lancia Delta Integrale 16v. para tratar de parar al español en su posible escalada a por los puntos.
Había
dos carreras, la de
Auriol y Occelli tranquilos en cabeza y la de los
quinto y sexto lugares. Al final de la cronometrada nocturna
Sainz ocupaba la
octava posición a poco más de un minuto de Liatti, y a casi dos del sexto lugar.
Biasion pese a los esfuerzos realizados no lograba con su
Lancia oficial dar caza a la de la
Jolly Club pilotada de forma impecable por el francés
Auriol quien mantenía la ventaja sobre el italiano en algo más de dos minutos y medio.
Las
últimas cronometradas fueron de mero trámite con todos los pilotos con su posición más o menos asegurada, salvo
Sainz quien con el pie a tabla marcaba el
mejor tiempo en cinco de los ocho de los tramos. Nadie quería fallar y
Lancia quería celebrar, sin descalabros, su
décimo título del Mundo de Marcas (Cuento el del '72), consagrándose como la mejor marca de Rallies de la historia y su Delta la mejor máquina de rally, casi imbatida..., qué fácil es ser Lancista.
Así
Auriol, quien estaba a punto –
creo recordar- de darle al
Jolly Club la
primera victoria del mundial, pese a quien en principio debía ser el que menos arriesgase, llegó al final con una
ventaja aumentada a
dos minutos cincuenta sobre Biasion, completando el podium la Lancia –
también de la Jolly Club- de
Dario Cerrato.
Carlos Sainz al final, y gracias a las “
órdenes de equipo” -
Ove Andersson obligó a Schwarz a penalizar, penalización que le haría caer dos posiciones tras Sainz y Liatti- consiguió alcanzar la sexta plaza, unos puntos que dejaban a
Carlos como líder del mundial con
Kankkunen a ocho puntos.
Salud